miércoles, 9 de julio de 2008

JUICIO POR LA VERDAD, MAR DEL PLATA

El Dr. Cesar Sivo, abogado de organismos de Derechos Humanos y querellante en el “Juicio por la Verdad”, habló de cuestiones referidas a la dictadura de 1976 que dejó como realidad la desaparición de 30 mil personas.
Hoy los sobrevivientes luchan por la verdad, como expresó Pablo Manzini, quien estuvo secuestrado en la Base Naval de Mar del Plata en la década del 70. “Buscamos la verdad por todos esos compañeros que ya no están, trepamos día a día el miedo y decimos, ¡sí podemos!”.
El juicio por la verdad es una especie de búsqueda de reparación histórica. Es la reapertura de causas penales luego del “Juicio de las Juntas”, el enjuiciamiento a los militares fuera de su propia esfera.
Alfonsín fue quien estableció la orden de aquel juicio y permitió que los militares fueran procesados en la justicia civil, acabando con el privilegio de que todo quedara puertas adentro.
En el Juicio de las Juntas empiezan a declarar las víctimas y actúa la justicia federal.
Con la “Obediencia de Vida” y “Punto Final” se cierra la etapa que hasta el momento venía avanzando, son los Indultos los que no permiten la justicia para todas esas vidas.
En 1998, un familiar decidió no callar, reclamó a la justicia por su derecho, saber la verdad de todo lo ocurrido en la dictadura de 1976.
En el 2000 la Argentina establece una reglamentación y a partir de ese año, en los tribunales penales de algunas ciudades, se fueron abriendo los Juicios por la verdad para reconstruir lo que había ocurrido.
“Es un juicio reconstructivo histórico que trata de armar lo que ocurrió en la Argentina, todo esto impulsó a que la Obediencia de vida y Punto final quedara atrás, se abrieron causas y hasta se logró procesar gente”, declaró el doctor Sivo.
Las personas procesadas hasta el momento no son muchas, todavía hay muchos que están en sus casas y viven una vida más que tranquila, sin dejar de mencionar que los únicos procesados gozan de una prisión domiciliaria y se ha podido constatar que muchos no la cumplen como deberían. La condena es muy liviana con respecto a las atrocidades que ellos cometieron.
“Yo quiero justicia, hoy una persona que roba una bicicleta es condenada a tres o cuatro años de prisión y personas como estas, que han matado, violado la intimidad de las personas, agredieron física y psíquicamente a personas totalmente inocentes, están libres”, dijo el abogado invitado.
Por más que las víctimas hayan estado en algún partido o tenían alguna ideología política opuesta a la de los militares, no era una razón o excusa justa para que cometan el delito que cometieron.
“En el juicio 50 instituciones se presentan como amparistas, inicialmente, hay visiones estratégicas que tienen que ver con lo jurídico, lo político, etc.”, planteó Sivo, “No hay pasado también hay presente, hay causas penales con Gerez y Juan Putoh y no olvidemos el caso de Julio López”, y agregó que aunque los militares no se hagan muy presentes en la actualidad no hay que subestimarlos, “Hay un claro poder, un grupo que puede secuestrar, perseguir, y cubrir todo sin problemas”. Concluyó: “Hay mucha gente libre que tendría que estar presa”, hoy luchamos por eso”.
No puedo dejar de agregar mi opinión a cada párrafo de este texto, así lo presento y así presento mi testimonio como participante de esa conferencia que tanta impotencia puede remover en cualquier argentino o en cualquier ser humano que escuche palabras tales como: “Mientras estuve secuestrado llegue a olvidar mi rostro”. Sin más palabras, sólo digo: Nunca más y que este juicio consiga lo que busca, la verdad y la justicia.

1 comentario:

Maggie dijo...

Bienvenida al mundo del blog :)!
Ojalá que encuentres en este humilde espacio virtual un lugar donde ser vos, donde crecer en lo tuyo, en lo nuestro, donde poder decir todo eso que no sabés ni podés ni querés callarte.
Se te extraña por estos pagos, falta una luz en TEA.
Se te aprecia muchísimo, suerte, y espero que estés siendo tod lo feliz que querías ser, porque te lo merecés.

Besitos, estas oficialmente bautizada,

Maggie
deberiadarmeverguenza.blogspot.com