lunes, 2 de agosto de 2010

Sentido al sentir


Quizás tu mirada no decía lo que otros creían, quizás esos ojos necesitaban de otra mirada que comprenda.
Convertir los instantes en momentos largos y placenteros es lo que provoca una vida que merece ser vivida.
Podemos creer y sentir muchas cosas, pero la realidad no es una sola y lo que en nosotros crece, muere y busca vida día a día, es la realidad.
Sueños cumplidos, momentos necesarios para seguir adelante y sentir que todo está en su curso, que todo va por buen camino. Su duración, quién sabe, la decisión está en tomar una opción y vivirla o simplemente dejarse llevar, sentir y sobre todas las cosas, vivir.
Una mirada puede movilizar más de un pensamiento, más de una creencia. Las modificaciones son varias, pero los sentimientos siempre son los mismos.
Un lugar que me lleno de vida, de pensamientos y sentimientos necesarios para seguir adelante y que llegaron para quedarse.
Las lágrimas no suelen ser en vano, el dolor por algo llega… para fortalecer, tal vez, o para que a la hora de tomar la decisión de vivir, te sucedan hechos que demuestren que la elección fue hecha correctamente.
Creemos que la oportunidad es una sola, nos apuramos, corremos, nos jugamos y no nos detenemos a pensar ni un segundo. La jugada está realizada pero el cambio puede llegar y lo que en algún momento pudo haber sido tiempo perdido, luego puede ser ganado, lo que en algún momento lastimó, puede fortalecer.
Instantes que se graban en nuestra memoria como fotografías, miradas, sonrisas, experiencias que llegan para quedar guardadas en ese latido fuerte, en esa aceleración de respiración que nos demuestra que estamos vivos y que por sobre todas las cosas, aún podemos amar.
Momentos que fortalecen, que nacen y que perduran en un instante eterno.