domingo, 27 de marzo de 2016

El brote de impulsividad epidémica

Estamos vacíos de contenido, de conocimientos, de valores.
Tenemos historias a veces mal contadas o interpretadas en nuestra cabeza que nos hacen reaccionar como seres bajos, ignorantes, sin saber que ellos, a quienes nos las cuentan,  les damos el poder, a esos algunos que sólo tienen un poquitín más de conocimiento y con ello nos manipulan, nos siguen sometiendo y nos siguen callando, contando verdades que no existen, ocasionando acciones bajas e inservibles de nuestra parte, nos someten a su accionar, terminamos haciendo cosas que si pensáramos mejor durante unos segundos, no haríamos.
Nos dominan de otra manera, seguimos sometidos desde el momento que repetimos como loros lo que dicen las noticias, desde que en vez de crear nuestras ideas y pensarlas y cultivarlas, nos dejamos manejar, manipular.
El pasado 23 de Marzo, dije Sí a la convocatoria en el obelisco, una vez más puse mis ideales al frente y fui a decir NO a tantas cosas que seguimos repitiendo como loros, como verdad absoluta... en que terminó todo?... en dolor, tristeza, desánimo, por qué? En el momento en que miré a mi alrededor y comencé a analizar, cuántos de los que estábamos ahí, sabíamos a ciencia cierta el por qué, el sentido, el por qué de la lucha. Claro está que ésta no era la primera vez que me lo preguntaba, pero sí está vez, 2016, siglo XXI, vi y sentí lo que tanta veces temí descubrir, no sabemos ni entendemos nada, hemos retrocedido como sociedad, como seres humanos, como seres pensantes.
Qué les hace pensar que se logra quemando la bandera de otra nación, a caso en esa nación todos son iguales? Acaso no reaccionamos cuando critican a todos los argentinos por el mal accionar de uno en el extranjero?... qué nos hace pensar que querer a la patria se trata de eso, de provocar, de humillar.
Un acto primitivo que ofende a toda una Nación en la que también hay pobres, también hay miseria y saben qué?, también hay argentinos.
Ya sabemos lo que pasa cuando confiamos, votamos y no hacen lo que queremos que hagan, bueno en otros países pasa lo mismo, no todos tienen la culpa de las decisiones de un gobierno.
Este es mi descargo, este es mi pensar acerca de lo que hacemos  y nos coloca en un lugar en el que nos digan, "Ahí los tenes a los boludos, quemando banderas".
Tenemos la posibilidad de quejarnos, de manifestarnos, de revolucionar, por qué usar ese tiempo incoherentemente.
Reclamemos por todo, no nos callemos, pero antes de hablar, pensemos un poco, cultivemos unos minutos con coherencia para luchar con la palabra, no con la violencia, ni con las de goma, menos con las de plomo, seamos distintos, seamos pensantes, seamos racionales, tenemos un gran poder, que la mente no nos gane hacia lo fácil.