domingo, 29 de julio de 2012

La creación de un Dios que domine las masas"


La historia, reflejo de las creencias y actuaciones del hombre, la historia está hecha por los hombres y son ellos los que necesitan de pilares para creer, para sostener sus ideas y actos.

A lo largo de los siglos el individuo tomó pensamientos ajenos y los puso en práctica, otros creaban sus propias cuestiones y trataban de compartirlas, si más de uno avala algo, todo puede ser posible.

El creer que alguien te sostiene, te ayuda y te socorre, aún en las peores circunstancias de tu vida, es la base del día a día humano. "Ser superior que vela por nosotros todas las noches y no permitirá que nada nos pase".

En la antigüedad esos seres superiores eran los dioses con fuerzas imposibles de alcanzar por los terrenales, eran quienes organizaban las vidas de cada habitante del planeta, cada espacio natural nos había sido entregado por un Dios. Los dioses eran respetados, el politeísmo no se cuestionaba, pero a la vez, no se controlaba.

La aparición de la filosofía abrió mentes y las preguntas comenzaron a hacerse presentes, las respuestas no estaban en los dioses. Por qué pensar que los dioses hacen y deshacen lo que quieren... la comodidad y el conformismo se ve reemplazado por los pensamientos, la búsqueda de respuestas concretas y la apertura a otras creencias.

La caída del Imperio romano sería el inicio a una caída general, las mentes se someterían a una sola respuesta: "Un Dios, que así lo quiere y así debe ser", un pensamiento que los poderosos terrenales necesitaban que la gente acepte, un pensamiento necesario que avale la dominación, un pensamiento que domine las masas, que organice el mundo. La organización se consiguió sin medir consecuencias , la sangre derramada era bien vista, ya que un Dios así lo pedía y así lo necesitaba. Pronto las creencias fueron más fuertes y el no pensar en otra posibilidad y respuesta, abría paso a la oscuridad, al conformismo de sentir que así debía ser y no había otra opción. El sufrir los acercaba al paraíso, a un lugar donde todo lo sufrido sanaría y no habría más dolor.

La dominación de las masas no tuvo control, pero es así como también abrirían paso a las revoluciones y el hombre se cansaría de sufrir, de vivir sin saber si realmente iba a llegar esa felicidad prometida.

"Nadie a conseguido inventar una religión verdaderamente aceptable para todos", tarde o temprano las preguntas y reclamos llegan, el pensamiento abre paso a cuestiones lógicas. El hombre y la religión una relación oculta detrás de ellos. ¿Una búsqueda de dominación justificada por otros?.

El individualismo de la sociedad actual, ya no un todo sino uno solo, las vivencias y problemas actuales, la inseguridad, la muerte injusta, el "por qué a mí", abre paso a "Dios no existe" o "Si Dios existe dónde está cuando lo necesito", "¿Hay que sufrir como decían los medievales?", las preguntas aparecen y Giovanni Papini lo dijo en el cuento "La egolatría", pone ante nosotros una posibilidad: ya no más dioses, ya no más un Dios, cada uno de nosotros como su propio Dios, no más seres superiores. La individualidad en la religión.