jueves, 27 de mayo de 2010

Me recibí: ¿Y ahora qué?

Terminar el secundario es un paso muy importante a la hora de crecer, luego llegan las elecciones: “¿Qué estudiar? ¿Qué es lo que quiero para mi futuro?”. A veces la decisión está tomada de ante mano, y otras tantas, todo se decide sobre la marcha del inicio de una nueva etapa. También se unen otras decisiones o complicaciones: tener que irse de la ciudad porque esa carrera no está en Mar del Plata o tener que conformarse con una que esté en la ciudad y que con el tiempo logre cubrir las expectativas, o el hecho de poder invertir en una carrera que sólo se dicta en una universidad privada o en un instituto.
Concluida la elección los años comienzan a transcurrir, lo elegido comienza a satisfacer nuestros sueños, y algunas personas quedan en el camino en busca de otra opción, o con la imposibilidad de no poder cumplir con la cursada a pesar de sentir que ese puede ser el futuro.
La pasión, la perseverancia, el apoyo del entorno, permiten que se llegue a la meta. Concluir una carrera, alcanzar un título y luego de esto, emprender la verdadera lucha: conseguir un puesto laboral gracias al cual poder vivir de lo que uno eligió para su futuro.

El futuro ya llegó
Un sobrevuelo por algunas de las carreras más comunes de la ciudad, reveló que la mayoría de los estudiantes creen que cuando se reciban no van a poder asegurar su futuro a través de su profesión. Este es el caso de Jeremías Canedo, estudiante de Diseño Industrial de la Universidad Nacional de Mar del Plata. En referencia a la falta de “dinamismo” entre lo que significa salir de la facultad y empezar a trabajar, él afirmó que “esta ciudad no contribuye en nada con el tema de terminar de estudiar y tener empleo”.
Desde el punto de vista del Periodismo, por otro lado, conseguir trabajo de ello no es sólo difícil en Mar del Plata. A pesar de eso, algunos egresados sostienen que la posibilidad de ingresar a los medios de comunicación depende del esfuerzo personal de cada uno. Con respecto a esto, Cristian Hurtado, egresado de Periodismo Deportivo del Instituto Superior DeporTEA, tiene una mirada más positiva, ya que sostuvo que a pesar de que se cree que “con el correr del tiempo y la gran cantidad de nuevos periodistas cada vez va a ser más difícil conseguir trabajo en esta rama, está en uno mismo golpear todas las puertas posibles”.
Mar del Plata se caracteriza por ser una ciudad turística y una de las razones por las cuales se la posiciona de esa forma, es su amplia oferta hotelera. Florencia Tossutti, por ejemplo, es técnica superior en Hotelería y estudiante de Licenciatura en Hotelería por internet. Se recibió en el 2008 y debido a que aún no pudo conseguir un trabajo relacionado a su profesión, lleva adelante un microemprendimiento culinario y trabaja en un call center.
Por su parte, otra carrera masiva y “popular” que sufre complicaciones a la hora de ofrecer a sus egresados un puesto laboral en el que puedan demostrar lo aprendido, es Educación Física. Florencia López Ezcurra, Vicepresidente del Centro de Estudiantes (CEPEF) y estudiante del último año, planteó que los chicos que se reciben deben contar con un “contacto sí o sí”, o realizar “cursos que cuestan mucha plata para poder sumar centésimas de puntos y competir con los profesores de mayor trayectoria”.
Además, López Ezcurra manifestó que “no es sólo una problemática de Educación Física, sino que se extiende a cualquier carrera de formación docente”. Esto sucede también en el caso de la Licenciatura en Ciencias Económicas. Mariano Portela, estudiante de esa carrera, dijo que hace tiempo que intenta “verle la salida laboral en Mar del Plata y raras veces se encuentra una respuesta útil”. Por ello, justifica: “Muchos se dedican a la docencia o están en Buenos Aires o en el exterior, buscando lo que una ciudad más pequeña que Capital Federal no les puede brindar”.
En el último punto de ejemplificación se encuentra la controvertida Sociología, reabierta en 2007 luego de que fuera cerrada durante la última dictadura militar. Según una estudiante del tercer año, “como en cualquier carrera humanista es muy difícil insertarse en el ámbito laboral, ya que llegar a ser empleado estatal requiere suerte, contactos, un buen currículum o muchos años de espera”. Si el egresado está interesado en realizar su propia investigación, por ejemplo, “supone una inversión de tiempo y económica para estar más aventajado en el mercado laboral, por lo que los recién egresados terminan compitiendo por cargos o haciendo tareas ad honorem”.
El futuro no se ve fácil para ningún egresado pero la perseverancia y la pasión que cada uno tenga en las carreras abrirán puertas. En cada egresado está el momento de un cambio y la posibilidad de encontrar la oportunidad de conseguir una ciudad que abra más posibilidades a las nuevas mentes que estudiaron para formar un país mejor.

sábado, 1 de mayo de 2010

"Quiero que te quedés para siempre en mi mente y que me vuelvas a vivir..."


Con un corazón que no dejaba de golpearle el pecho, la joven decidió seguir adelante, decidió aceptar que una vez más debía empezar. Nada de lo vivido había sido en vano, con su mirada distante, con sus ojos llenos de lágrimas, comprendía que no todo lo que ella soñaba podía cumplirse fácilmente y que una vez más se sentiría olvidada, una vez más sentiría que no la observaron y sintieron como realmente debían haberlo hecho.
Una vez más sentía el dolor que provoca la desilusión, la desesperanza en que todo pueda cambiar para que ella por un momento pueda sentirse cómoda en el lugar que eligió para transitar parte de su vida.
Sólo escuchaba y sentía golpes fuertes, no eran nada más y nada menos que los latidos internos que se mezclaban con tristeza y certezas. Confirmaciones de saber que tarde o temprano todo lo malo iba a ocurrir. Sabía que la historia se repetiría, pero también sabía que su fortaleza sería aún más fuerte y que la nueva situación que se le presentaba, tan parecida a las de su pasado, no lograrían derribarla.
Sus días se tornaron inconstantes, solitarios a cada instante, a pesar de estar rodeada de gente, sus manos no alcanzaban a percibirlo.
Abrazos que llegaban sin motivo alguno, daban a ella la esperanza y la certeza de que nada estaba totalmente perdido, que aún existía gente que se había tomado el tiempo de conocerla, aceptarla, el tiempo de creer en ella.
Por esa gente decidió seguir adelante, por el corazón que le golpeaba el pecho, por saber que nunca había engañado y por saber que debía conseguir sus sueños. Quería alcanzar el estado de felicidad que encontraba a la hora de soñar, quería y deseaba solo equilibrio.
Cansada de despertar desilusionada, harta de ser feliz sólo en sus sueños, decidió caminar por el costado del camino que había elegido, mirando todo desde una óptica diferente. Siguió adelante y comprendió que nunca iba a estar sola, quienes la habían abrazado, le habían dado la cuota necesaria para seguir adelante.
Ella no estaba sola, aún recordaba cada momento de felicidad vivido, y sabía que vendrían muchos más.
Aunque nunca se supo si realmente fue feliz, si realmente la gente logró aceptar sus inconstantes estados, ella encontró el verdadero significado de la amistad y del amor en su vida. Descubrió que todo lo que había hecho no había sido en vano.
Siguió, porque tarde o temprano quienes la juzgaron la amaron, aunque ya era tarde para darle el abrazo que ella había necesitado, o esa credibilidad. Sólo dudaron y perdieron el tiempo de poder conocer a alguien que de alguna manera u otra marcó y marcará sus vidas.