sábado, 23 de marzo de 2013

La utopía al poder!


Hay cosas que siempre se callan, por miedo a romper anhelos, creencias, utopías que morirán siéndolo, por miedo a desilusionar. Pero hay una realidad, soñar e imaginar, pueden lastimar… y mucho.

La imaginación y el sueño no son la solución a todos los problemas, muchas veces vivimos enfrascados en esos posibles que viven en nuestra cabeza y nos olvidamos que existe una realidad que no depende de sueños ni de  imaginación, una realidad que puede lastimar y tirar abajo todo  anhelo que, durante años, estuvo en uno. Años de imaginar, desear y en una milésima de segundo todo puede desvanecerse, todo puede convertirse en una mera imaginación imposible, en una utopía.

Pasamos la vida desarrollando en nuestros adentros: frases, teorías, sentimientos, momentos; pensamos antes de que la realidad actué sobre nosotros, a veces exteriorizamos esos sueños y los dejamos salir sin pensar que de repente la realidad se encargará de decir… “No sigas,  llegué, tu momento termina acá”…

Muchas veces esos sueños se convierten en milésimas de realidad, es en ese instante en el que creemos estar frente a nuestra vida plena, frente a la felicidad, pero no todo se articula como quisiéramos y esos momentos se desvanecen y  nos golpean con la cruda verdad de que no somos entes y que siempre otro puede interferir. No hablo de otro como ser, hablo de un factor, otro sentir, otro sueño ajeno e incompatible que puede aparecer para destruir el propio.

Momentos quedan grabados como únicos en nuestro sentir, momentos que dan inicio a una imaginación irrefrenable. Convertimos circunstancias en el inicio de una historia de amor, en el inicio de un cambio de vida, de un sueño laboral, de un progresar como ser humano… convertimos circunstancias en futuros dolores.

Claro está que muchos viven la imaginación como un paso hacia la realidad y son felices allí porque su sueño e imaginación se sitúan con momentos y factores que no hacen más que convertirlos en estados plenos que vienen para quedarse… pasa, lo sé, lo acepto y brindo por ellos, si hubiera una formula juro que se las pediría, para poder conseguir que una pequeña imaginación mía me lleve a un momento de felicidad constante y  no efímero.

La realidad se instala y llega para quedarse, al fin y al cabo es la realidad. La imaginación pulula en un posible constante y el minuto se enreda en un sinfín de curiosidades y posibles que nunca llegarán… y si llegan no son como las imaginé.

Un posible que quizás no llega nunca o a veces creemos ver o sentir llegar, nos entregamos plenamente a ese momento, a ese creer, sentimos que llegó la oportunidad de ser felices y decir lo que sentimos… pero, del otro lado  llega una realidad que no condice con lo que nosotros alguna vez idealizamos. Entonces,  nos adecuamos a los cambios, tratamos de que con algunos cambios esos pensares largos de minutos y horas se hagan  realidad, que lo conseguimos, porque dicen que si uno piensa con convicción todo llega… Todo llega para irse, todo llega para desaparecer, por qué?… porque todos queremos cosas diferentes y la imaginación y los sueños chocan con la realidad de otros, porque lo que yo quiero no es igual a lo que el otro quiere… seres pensantes que nunca se pondrán de acuerdo porque en el terreno del sueño y el anhelo, sólo uno puede entrar, sólo uno puede bancar la realidad.

Y así nos cansamos de soñar, vamos creciendo y nos dejamos llevar por la realidad, ella es la que siempre terminará ganando. PERDONEN SI ME EQUIVOCO O SOY MUY DURA PERO, HOY,  AFIRMO QUE LA IMAGINACIÓN Y EL SUEÑO, A MÍ, ME LASTIMAN… LA REALIDAD GOLPEA FUERTEMENTE MI SER, TRASLADARME A MIS SUEÑOS SÓLO ME TRAE A UNA RUTINA QUE ESTÁ AHÍ, QUE SE QUEDARÁ… UNA RUTINA QUE LASTIMA AUNQUE ME MANTIENE VIVA, Y ME MANTENDRÁ EN ESTE SISTEMA INFLUYENTE QUE ME CONVIERTE EN PESIMISTA… OJALÁ NO POR SIEMPRE.

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