domingo, 24 de junio de 2012

5 años de vida


Hace casi 5 años y medio tomaba una decisión en la que en realidad creía, sería la definitiva para que después las cosas en mi vida sean más que fáciles, me consideraba grande para tomar mis decisiones y no quería que nadie me dijera si estaba bien o mal, no quería escuchar un "No creo que este bien", para mi todo iba a salir más que bien e irme era la solución a todos mis problemas, irme era la solución a tantos cuestionamientos en mi cabeza, no hice todo esto por un otro, lo hice por mí, por imaginarme las cosas muy diferentes a lo que realmente fueron.

Recuerdo aquel 18 de junio del 2007 en el que me subí a un micro para que después mi vida, al día siguiente, cambie completamente. A mi lado, estaba uno de los seres incondicionales en toda esta historia, aquella que sin juzgarme y decirme si las cosas que hacía estaban bien o mal, se quedó a mi lado para levantarme cuando me cayera, para darme los abrazos necesarios, para decirme las palabras que sólo sirvan para seguir, ella no juzgaba cómo iba a seguir, ella sólo se quedó a mi lado, más allá de que me tuvo que dejar caminar sola, a pesar de las distancias siempre estuvo cerca, atenta a lo que pueda llegar a necesitar.

Cuando comencé este camino sola, me encontré con mucha gente, muchas son las personas que formaron parte de mi vida estos últimos 5 años, soy sincera y no voy a dejar de serlo ahora, no todo fue color de rosa y no toda la gente que estuvo presente en este tiempo fue de lo mejor, conocí la hipocresía muy de cerca, la falsedad, la envidia, conocí las peores miserias de un ser humano, y aunque muchas veces intenté hacerme a un lado de todas esas cosas, siempre terminé dándome cuenta de que lo mejor era enfrentar... enfrenté, caminé, me caí, me levanté y sobre todo, incorporé cada vivencia para luego poder decir que aprendí.

Una de las primeras cosas que aprendí es que nunca hay que decir "de este agua no he de beber", comencé mi nueva vida en este lugar haciendo algo que años anteriores juraba no volver a hacer, luego, me dejé llevar, me mostré tal cual era, aprendí que no todos pensamos iguales y que en relaciones humanas, nada es fácil, cada espalda soporta lo que puede...

Luego de que varias decepciones sucedieron, la decisión de continuar seguía en pie, caminos nuevos eran los que aparecían, algunos tratando de cumplir lo prometido a aquellos seres que hoy ya no están, porque es increíble pensar todo lo que puede pasar en 5 años, quienes pensabas que te podían esperar toda la vida, algún día tienen que partir, y sin poder despedirte, sólo tratás de cumplir lo que alguna vez les prometiste, por el simple hecho de no sentirte tan en deuda con un ser maravilloso que pudo haber dejado más que huellas en tus recuerdos.

Caminé, tropecé muchas veces, no sé si lo mio fue distracción, o qué. Sólo seguí, aunque más de una caída parecía imposible de superar, pude levantarme y continuar. La soledad supo ser buena consejera, pero también lastimó, escapaba de ella cada vez que hacía volver a los fantasmas que tiempo atrás me habían hecho mucho daño, eso es algo que valoro también, además de aprender hoy puedo decir que puedo aceptarme tal cual soy, que no me lastimaría jamás por intentar ser flaca a cualquier precio, comprendí que eso no es felicidad. Valorarse, cuidarse, aceptarse, te van llevando por otros caminos más saludables, caminos en los que te das cuenta que no es necesario matarse en vida para sentirse bien, siempre hay opciones mejores. Los que me conocen y estuvieron a mi lado siempre, saben de que hablo… y aprovecho para agradecerles a todos aquellos que siempre estuvieron a mi lado.

No son muchos los que pueden ponerse este poncho, no siempre estamos cuando nos necesitan, pero es parte del ser humano de individualizarse y a veces desaparecer en vez de permanecer… todos lo hicimos, por eso nunca guardaría rencor al que no estuvo, lo importante es que ahora está y puede estar.

Pero volviendo de todo eso y retomando lo que quiero contar, no todos los seres que se presentaron en mi vida fueron malos, no con todos me llevé una decepción, porque si no tendría que ser el momento para replantearme muchas cosas… Muchos seres de luz aparecieron en estos 5 años, muchas cosas de gente a las que creía conocer lograron demostrarme que no era así y me mostraron corazones alucinantes… tuve muchos acompañantes en este tiempo, una ya la mencioné, que es la mujer más importante de mi vida, por la que soy capaz de hacer cualquier cosa por tal de verla feliz, luego le siguen dos hombres maravillosos, dos seres hermosos, uno me cuida y me ve como el primer día que aparecí en su vida… y entre nos, siempre voy a amar ser su nena… el otro, qué decir?, mi primer amigo, mi primer compañero, mi primer cómplice de vida, mi primer enojo, mi primer llanto, mi primer carcajada, mi compañero incondicional, mi hermano…

Mi hermano fue aquel al que no le importó nada dejar muchas cosas para seguirme en esta locura, fue quien me cuidó cuando mis brazos dolían de tanto remar, fue quien se bancó las peores cosas, quien se banco mis ataques de ira, esos momentos en los que decimos y hacemos cosas por los cuales después nos arrepentimos toda la vida… Admito que mis arrepentimientos, a veces, pueden llegar muy tarde, pero sé que algún día las cosas van a volver a ser como antes, algún día volveremos a mirarnos a los ojos y sin mediar palabra saber lo que cada uno está pensando.

Luego varias personas fueron haciéndose presentes, algunos ya no están en mi historia por que decidieron no seguir caminando o dejándome caminar a su lado en esta experiencia que llamamos vida. Solemos equivocarnos, lastimarnos, pero a muchos siempre los llevaré en mi corazón y sepan que me mostraron lo bello que es la amistad, reconozco que puedo haber lastimado, siempre solemos herir sin querer, nuestros objetivos nunca son buenos para todos, ósea, no siempre podemos dejar a todo el mundo contento.

Los que hoy están y pueden ponerse el poncho con el rotulo de amigos incondicionales, son dos seres que me mostraron que esta ciudad podía ser para mí, que la pusieron en mis manos y confiaron en que no sería una “porteña” desagradable, se permitieron conocerme y me permitieron ser parte de sus vidas… sí, esos que me acompañaron hasta un quirófano, bueno, no pudieron entrar, pero estuvieron a mi lado en todo momento… Una es el componente que le faltaba a mi locura, a mi vida, aquella a la que con una mirada le puedo decir todo, el otro, un pendejo maravilloso, otro que no necesita que me siente a explicarle nada, ya saben lo que me pasa con sólo abrazarme. Dos personas importantísimas en mi vida, dos compañeros de vida increíbles, sepan que no hay distancia que pueda destruir esta amistad… Lu y Jere, siempre que me necesiten y no estemos cerca, miren al Señor mar, con mirarlo siempre van a sentirme cerca.

El mar, si habré buscado respuestas durante horas mirando ese lugar tan inmenso, bajo la lluvia, con frío, con sol, con calor, no importaba lo que pasará alrededor mientras existía esa conexión. Sola o acompañada, siempre se robaba mi atención.

También tengo en cuenta que siempre voy a estar agradecida por haber tomado el camino que me llevaría a cumplir con mi promesa a mi querido amigo Osvaldo, la última vez que almorzamos juntos, me miró y como otras tantas veces supo lo que yo estaba pensando, vio que esta ciclotímica tenía mucho miedo, no estaba tan segura de lo que iba a hacer, pero solo hizo que le prometiera algo, ese algo me llevaría por un camino muy distinto y que me mostró muchas gratificaciones, me mostró muchos compañeros de vida, seres y colegas maravillosos que siempre llevaré en mi corazón… ¿Qué le prometí? Que terminaría mis estudios y sería periodista… luego varias personas se sumaron al pedido, pero sólo a uno se lo había prometido con mi corazón, y más allá de que era un regalo importante para los dos seres que me dieron la vida, también era una promesa que no quería dejar de cumplir… no llegué al almuerzo prometido, pero sé que esté donde esté festejó cuando lo conseguí.

Ese sí fue un camino duro, tres años en los que puse todo de mí, toda mi pasión, todos mis sueños, costó, porque el prejuicio siempre está presente y es difícil querer pertenecer a un lugar en el que no muchos están de acuerdo a que permanezcas. No todos vivimos las competencias de la misma manera, para algunos las competencias son contra alguien, para mí la competencia siempre es conmigo misma.

Muchos pasaron a formar parte de mi vida en esos tres años, hoy están presentes siempre, y van a estarlo siempre. Uno muy importante ya no está físicamente, pero siempre recordaré todo lo que me enseñó y seguiré demostrándole que no se equivocó cuando me dijo que yo tenía que ser periodista, que siguiera, que no abandonara… ese profesor, Carlos Vega, no pudo verme terminar, pero le pasó la posta a otro profesor, Juan Castagnari, que agarró mis remos, y los cambió por unos mas fuertes y me los dio para que llegué a la meta.Fueron muchos los seres que confiaron en mí, que me mostraron cuan maravillosa es esta profesión, que caminaron junto a mí en esta hermosa promesa cumplida…

Sentada en el umbral de mi puerta estoy viendo todo lo que viví estos 5 años, todo lo que aprendí, a todos los seres que conocí, todas las caídas, todas las alegrías, todas las decepciones, y todo, me demuestra que lo transité con felicidad… aunque haya llorado mucho, reconozco que soy llorona por naturaleza.

Caí , me levanté, caminé, crecí, me equivoqué, retomé caminos, hoy, decido volver, porque quiero ser yo la incondicional ahora, porque quiero estar cuando me necesitan, porque no quiero estar lejos, porque ahora me toca a mí estar con aquellos que desde la distancia siempre estuvieron conmigo, siempre me esperaron y me esperan, siempre atentos a la loca que un día, sin decir mucho se fue a Mar del Plata…y seguir creciendo, me toca jugarme una vez más… pero esta soy yo, la que se tira a la pileta con o sin agua, la que se juega, la que se manda, la que va por la vida sin perder los objetivos.

Ya lo dije, amo estar plena y no es fácil, pero si todo fuera fácil, ya me habría aburrido hace rato, ¿me gusta lo difícil? Puede ser… sólo sé que me gusta sentirme viva.

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