domingo, 22 de noviembre de 2009

Seis caminos para llegar al mismo sitio, por Jorge Lanata.

1- Ser curioso. ser periodista es tener buenas dudas, buenas preguntas, y estar seguro de muy pocas cosas. Pregustar es, de algún modo, desobedecer, no quedarse conforme con la versión oficial del objeto, y cuestionarlo.
2- No sentirse, nunca, recibido de nada. Es simplemente idiota pensar que se puede dejar de aprender. Tratar, cotidianamente, de ser mejores; mejores significa también más sensibles al entorno: un médico opera mejor si leyó a Baudelaire, o un ingeniero construye un mejor puente luego de pasar por Alejandra Pizarnik. La actitud hacia la lectura no debe ser académica o disciplinada sino animal: se toma cuando se tiene sed. A determinados autores se llega, y no deben ser impuestos.
3- Buscar grandes historias en pequeños personajes: la historia de cada uno es única, y debemos saber encontrarla.
4- Nunca, jamás, escribir las preguntas. Hacerlo significa prever las respuestas, y de ese modo el diálogo se transforma en lo que no debe ser: un intercambio previsible. Todo reportaje es un juego de seducción donde esperoq ue el entrevistado se equivoque, hable de más, diga lo que no tenía pensado. Las preguntas y las respuestas se construyen en la azarosa espontaneidad del diálogo.
5- Recordar, siempre, que la verdadera pelea es la que damos contra nosotros mismos, cuando queremos ser mejores y no nos sale.
6- Saber que cada uno es lo que hace, y no lo que piensa. Lo importante no es tener ideas, sino llevarlas a cabo.

Consejos que recibí de un grande (no cara a cara) que quería compartir.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Recordando.. 9 años


Soy consciente de que no figurás en muchos de mis escritos, y también creo que se debe que al momento de perderte en mi vida, no me había dado cuenta de lo importante que es para mí plasmar mis palabras en textos.
Recordar me lleva a obtener imágenes imborrables, no olvido tu sonrisa, tu mirada emocionada, no olvido las cosas que compartimos juntos. También recuerdo mis rebeldías y el darme cuenta que no todo podía ser como a mi me hubiera gustado, la vida me demostró que no siempre voy a tener a mi lado todo lo que quiero, que por ciertos circuitos de la vida, en algún momento los perderé y tendré que aprender a caminar con alguien en mi corazón y no de mi mano.
Fue duro perderte, todavía te extraño y todavía me doy cuenta que te necesito, me encantaría sentarme a tu lado y leerte lo que escribo, contarte lo que estoy estudiando y que hablemos y me enseñes de la vida como tantas veces lo hiciste. ¿Qué pensarás de mí presente? ¿Estarás orgulloso de mi?, aún te sueño, espero que vos no me hayas olvidado, creo que no, porque siempre que te llamo aun estás, a tu manera me respondés.
Llevarte en mi piel fue una elección que me permitiría sentirte cerca, pero igual me di cuenta que esté o no esa marca, nunca vas a desaparecer de mi mente y mi corazón.
Creo que todo este pensamiento que hoy plasmo, se debe a ponerme a pensar que mañana tu hijo cumple años, y que ese hijo maravilloso que hicieron, sin dudas tenía que ser para mí, sin duda tenía que ser mi papá.
Abuelito, gracias por tomarme de la mano y no separarte de mi, gracias por cuidarme día a día. Viejito, te extraño mucho, cada día más agradecida de la vida por haberme permitido compartir tantos momentos hermosos junto a vos.
Aun siento en mi cabeza tu caricia y tus palabras: "Mi nena"... Nunca dejes de quererme así, piantada, piantada.